DESARROLLO INFANTIL
El término desarrollo infantil hace referencia a los cambios biológicos y psicológicos que ocurren en los seres humanos entre el nacimiento y el final de la adolescencia, conforme el humano progresa de dependencia hacia su autonomía.
Es un proceso continuo con una secuencia predecible única a seguir para cada niño. Sin progresar al mismo ritmo, cada etapa es afectada por sus formas de desarrollo en sus primeros años. Debido a que estos cambios de desarrollo pueden estar fuertemente influenciados por factores genéticos y eventos durante su vida prenatal, el desarrollo prenatal está incluido, por lo general, en el estudio del desarrollo infantil. Algunos términos relacionados son psicología del desarrollo, refiriéndose al desarrollo durante el tiempo de vida, y pediatría, la rama de la medicina relacionada con el cuidado de los niños. Cambios en el desarrollo infantil pueden ocurrir debido a procesos genética mente controlados conocidos como maduración o como resultado de factores ambientales y aprendizaje, pero por lo general se deben a una interacción entre ambos factores. Puede ocurrir también como resultado de la naturaleza humana y a su habilidad de aprender de su entorno.
Etapa sensorio-motora
Esta etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos años de edad. Durante este periodo los niños comienzan a entender la información que perciben a través de sus sentidos y se inician en el desarrollo de su capacidad de interactuar con el mundo.
En esta etapa los niños aprenden a manipular objetos.
Un aspecto interesante de este periodo es que no pueden entender la permanencia de estos objetos si no están dentro del alcance de sus sentidos, es decir, una vez que un objeto desaparece de su vista, el niño o niña no comprende que ese objeto o persona sigue allí. Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente el juego al que muchos adultos juegan con sus hijos consistente en esconder su cara tras un objeto, como un cojín, y luego volver a “aparecer”. Es un juego que contribuye, además, a que aprendan la permanencia del objeto.
Por tanto, podemos decir que es uno de los mayores logros de esta etapa es la capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre sale de la habitación regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta capacidad suelen adquirirla hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del objeto (o persona) sin percibirlo.
Etapa preo-peracional
Comienza cuando se ha comprendido la permanencia de objeto, y se extiende desde los dos hasta los siete años.
Durante esta etapa, los niños aprenden cómo interactuar con su ambiente de una manera más compleja mediante el uso de palabras y de imágenes mentales. Esta etapa está marcada por el egocentrismo, o la creencia de que todas las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella.
También creen que los objetos inanimados tienen las mismas percepciones que ellos, y pueden ver, sentir, escuchar, etc. Un segundo factor importante en esta etapa es la conservación de la cantidad, que es la capacidad para entender que la cantidad no cambia cuando la forma cambia. Es decir, si el agua contenida en un vaso corto y ancho se vierte en un vaso alto y fino, los niños en esta etapa creerán que el vaso más alto contiene más agua debido solamente a su altura.
Esto es debido a que se centran en sólo un aspecto del objeto, por ejemplo la altura, sin tener en cuenta otros aspectos como la anchura.
Otro logro importante de esta etapa la reversibilidad del pensamiento, es decir, poder realizar operaciones o pensamientos de forma inversa. Por ejemplo son capaces de resolver problemas como: “Si yo tengo un número de canicas en una caja y al añadir 3 obtengo 7 canicas ¿cuántas tenía inicialmente?”
Etapa de las operaciones concretas
Esta etapa tiene lugar entre los siete y doce años aproximadamente y está marcada por una disminución gradual del pensamiento egocéntrico y por la capacidad creciente en más de un aspecto de un estímulo.
Pueden entender el concepto de agrupar, sabiendo que un perro pequeño y un perro grande siguen siendo ambos perros, o que los diversos tipos de monedas y los billetes forman parte del concepto más amplio de dinero.
Solo pueden aplicar esta nueva comprensión a los objetos concretos (aquellos que han experimentado con sus sentidos). Es decir, los objetos imaginados o los que no han visto, oído, o tocado, continúan siendo algo místicos para estos niños, y el pensamiento abstracto tiene todavía que desarrollarse.
Etapa de las operaciones formales
En la etapa final del desarrollo cognitivo (desde los doce años en adelante), los niños comienzan a desarrollar una visión más abstracta del mundo y a utilizar la lógica formal. Pueden aplicar la reversibilidad y la conservación a las situaciones tanto reales como imaginadas. También desarrollan una mayor comprensión del mundo y de la idea de causa y efecto.
Esta etapa se caracteriza por la capacidad para formular hipótesis y ponerlas a prueba para encontrar la solución a un problema.
No comments:
Post a Comment